Susto
en el comedor

A Pepín Bello
Eras rosa.
Te pusiste alimonada.
¿Qué intención viste en mi mano
que casi te amenazaba?
Quise las manzanas verdes.
No las manzanas rosadas...
alimonada...
(Grulla dormida la tarde,
puso en tierra la otra pata.)
1919
(A Emilio Prados, cazador de nubes)
El mar
sonríe a lo lejos.
Dientes de espuma,
labios de cielo.
¿Qué vendes, oh joven turbia
con los senos al aire?
Vendo, señor, el agua
de los mares.
¿Qué llevas, oh negro joven,
mezclado con tu sangre?
Llevo, señor, el agua
de los mares.
Esas lágrimas salobres
¿de dónde vienen, madre?
Lloro, señor, el agua
de los mares.
Corazón, y esta amargura
seria, ¿de dónde nace?
¡Amarga mucho el agua
de los mares!
El mar
sonríe a lo lejos.
Dientes de espuma,
labios de cielo.
Caña de voz y gesto.
una vez y otra vez
tiembla sin esperanza
en el aire de ayer.
La niña suspirando
lo quería coger;
pero llegaba siempre
un minuto después.
¡Ay sol! ¡Ay luna, luna!
un minuto después.
Sesenta flores grises
enredaban sus pies.
Mira cómo se mece
una y otra vez,
virgen de flor y rama,
en el aire de ayer.
nieve, nardo y salina,
perdió su fantasía.
El color blanco, anda,
sobre una muda alfombra
de plumas de paloma.
Sin ojos ni ademán
inmóvil sufre un sueño.
Pero tiembla por dentro.
En el blanco infinito,
¡que pura y larga herida
dejó su fantasía!
En el blanco infinito.
Nieve. Nardo. Salina.
Me han traído una caracola.
Dentro le canta
un mar de mapa.
Mi corazón
se llena de agua
con pececillos
de sombra y plata.
Me han traído una caracola.
. Canciones para terminar
La balada del agua del mar
1919
(A Emilio Prados, cazador de nubes)
El mar
sonríe a lo lejos.
Dientes de espuma,
labios de cielo.
¿Qué vendes, oh joven turbia
con los senos al aire?
Vendo, señor, el agua
de los mares.
¿Qué llevas, oh negro joven,
mezclado con tu sangre?
Llevo, señor, el agua
de los mares.
Esas lágrimas salobres
¿de dónde vienen, madre?
Lloro, señor, el agua
de los mares.
Corazón, y esta amargura
seria, ¿de dónde nace?
¡Amarga mucho el agua
de los mares!
El mar
sonríe a lo lejos.
Dientes de espuma,
labios de cielo.
Árbol
de canción
Para Ana María Dalí Caña de voz y gesto.
una vez y otra vez
tiembla sin esperanza
en el aire de ayer.
La niña suspirando
lo quería coger;
pero llegaba siempre
un minuto después.
¡Ay sol! ¡Ay luna, luna!
un minuto después.
Sesenta flores grises
enredaban sus pies.
Mira cómo se mece
una y otra vez,
virgen de flor y rama,
en el aire de ayer.
Juan
Ramón Jiménez
En el blanco infinito, nieve, nardo y salina,
perdió su fantasía.
El color blanco, anda,
sobre una muda alfombra
de plumas de paloma.
Sin ojos ni ademán
inmóvil sufre un sueño.
Pero tiembla por dentro.
En el blanco infinito,
¡que pura y larga herida
dejó su fantasía!
En el blanco infinito.
Nieve. Nardo. Salina.
Caracola
A Natalia Jiménez Me han traído una caracola.
Dentro le canta
un mar de mapa.
Mi corazón
se llena de agua
con pececillos
de sombra y plata.
Me han traído una caracola.
.
Juegos
Dedicados a la cabeza de Luis Buñuel
En grand Plain
49. Ribereñas
50. A Irene García
51. Al oído de una muchacha
52. (Las gentes iban)
53. Canción del mariquita
54. Árbol de canción
55. (Naranja y limón)
56. La calle de los mundos
En grand Plain
49. Ribereñas
50. A Irene García
51. Al oído de una muchacha
52. (Las gentes iban)
53. Canción del mariquita
54. Árbol de canción
55. (Naranja y limón)
56. La calle de los mundos
. Canciones para terminar
A Rafael Alberti
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