domingo, 9 de diciembre de 2012

El programa de la Residencia

El planteamiento en la Residencia de Estudiantes de una "educación liberal", así como el modo de llevarlo a cabo, quedan expresados en el programa editado por la propia Institución en 1920:

"Dentro de sus modestas fuerzas, aspire esta casa al ideal de la más noble tradición de la Pedagogía: la que persigue la cultura desinteresada del espíritu; es decir, la que emplea la instrucción para el perfeccionamiento de las facultades naturales, y no sólo busca en ella la utilidad, sino el mejor medio de que el hombre aprenda a seguir sus propios pensamientos y a juzgar las pruebas que deben llevarle al conocimiento de la verdad; la que para alcanzar ésta piensa que el empuje intelectual debe ir guiado por el arte supremo de la vida: el arte de hacer el bien; y la que, por último, cree que hay que buscar la fuente de este difícil arte en el impulso de los sentimientos más puros que dan elevación moral al carácter humano, son un factor decisivo en su formación, le hacen justo y bueno y encienden en el alma el amor a la verdad y a la belleza.

Formando sobre esas bases,puede decirse que el oficio de educador es como un propósito continuado de liberación del espíritu, para el que no hay resorte que se estime indiferente en la naturaleza humana. no cumple aquél con dar una instrucción exacta y sólida, si es recibida con pereza intelectual, semilla de futuras rutinas, sino que ha de despertar la curiosidad y el deseo de aprender, engendradores de  la independencia del juicio y del verdadero método científico, que sólo brota en terrenos libres de pasividad y de pequeños prejuicios; no provoca en el discípulo, por el fácil estímulo de la emulación, la voluntad de superarse a sí mismo, sino por e paralelo con ideales de excelencia que hacen nacer el sentimiento del respeto propio; mantiene un ejemplo entusiasta, la pasión por la creadora de hábitos de tolerancia y de solidaridad social y nociva pra las tendencias egoístas, no cree el educador colocar a la inteligencia en un lugar secundario, porque atienda al más elevado fin que puede informar a su pedagogía: la formación del hombre moral.

A esto aspiran nuestro intentos difíciles, ciertamente, de realizar, pues en su camino hay muchas entradas abiertas a la duda,, si el sentimiento no asiste con una certera norma a las luces de la inteligencia!



"Noticia", Residencia, I, 1, enero-abril 1926, p.86.

No hay comentarios:

Publicar un comentario