martes, 11 de diciembre de 2012

Los arquitectos de la Residencia

(1910-1915)  FORTUNY, 14.

El primer lugar de ubicación de la Residencia de Estudiantes fue la calle Fortuny 14, en un hotelito con jardines situado en la parte alta del Paseo de la Castellana. Allí se instalaron un comedor, biblioteca, laboratorio de Anatomía Microscópica y 15 habitaciones para residentes. Posteriormente estas instalaciones se ampliaron mediante el alquiler de un nuevo hotel y la construcción de pabellones. Ello permitió ampliar al doble el número de plazas.

Fue una modesta residencia, solamente amueblada con muebles de pino y de mimbre, austeridad casi monacal. Sin embargo, logró dotarse aquella residencia de un grato ambiente de convivencia humana y cultural, orden y limpieza, preocupación por la dietética y, en general, por la Salud de lso residentes (vida en familia, ideal del hogar)
El éxito de la fórmula propició que se fueran adquiriendo los inmuebles contiguos hasta que en 1915 el grupo universitario se trasladó a los edificios construídos en la calle Pinar por los arquitectos Antonio Flórez y Francisco Javier de Luque. En los edificios de Fortuny se instaló la Residencia de Señoritas.

(1915-1936)  LA COLINA DE LOS CHOPOS. EL "CERRO DEL VIENTO".

A partir de 1913 comienza la construcción de la nueva Residencia, que se extiende desde el final de la calle Pinar, en la Castellana, hasta los denominados Altos del Hipódromo, detrás del Museo de Ciencias Naturales, en una estrecha franja de terreno bordeada por el canalillo de Isabel II. En el paraje que Juan Ramón Jiménez denominó la "Colina de los chopos", fueron construídos los edificios entre 1913 y 1917.
Los dos primeros pabellones constaban de 24 dormitorios de 4 x 4 metros (edificios gemelos). El tercer pabellón (central) tenía 50 habitaciones más las oficinas de dirección, salón de reuniones y comedor. En el cuarto pabellón (Transatlántico) se instalaron los laboratorios. En el quinto pabellón (hoy ajeno al recinto de la RdE).


El complejo arquitectónico refleja el gusto institucionista por lo popular y austero. Caracterizado por la sobriedad, la racionalidad constructiva y la utilización de fábrica de ladrillo recocho en sus edificios, este estilo fue denominado mudéjar funcional por Walter Gropius debido a sus reminiscencias mudéjares y andaluzas (como el sistema aterrazado y las torres de las esquinas del pabellón central, las tejas de color verde vidriado de los alféizares y de las tejas de la cubierta) pero adaptadas a la función para la que fueron creados. El ladrillo visto es también muy característico de la arquitectura madrileña. Los arquitectos fueron Antonio Flórez (gemelos y central), y Francisco Javier de Luque (4º y 5º pabellones). En 1932 se crearía el Auditorium (hoy en día iglesia del Espíritu Santo).

Por último, además de los campos de deportes que rodeaban los pabellones, otros elementos característicos fueron los jardines de la Residencia, en cuyo diseño trabajó el pintor y jardinero sevillano Javier Winthuysen y en el que también colaboró el propio Juan Ramón Jiménez que intervino en la traza del llamado jardín de los poetas, con las tres matas de adelfas, dos rojas y una blanca, entre los pabellones gemelos, y la plantación de diversas variedades de árboles. El canalillo, la "playa" de la Residencia y el banco del Duque de Alba, la caseta de Marcelino, la casa de A. J. Fraud.


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