martes, 11 de diciembre de 2012

Actividades culturales y científicas


En la Residencia de Estudiantes, se cultivaba tanto el cuerpo (ejercicio físico, deporte…) como la mente (actividades culturales y científicas). Ambos caminos imprescindibles para la realización personal se llevaban a cabo en la Residencia.
La Residencia ofrecía cursos de idiomas y sistemas de tutorías (uno de los principales elementos pedagógicos de la Residencia) para complementar la formación que los estudiantes recibían en la universidad. Se creaba un ambiente propicio para que el estudiante quisiera estudiar e investigar, rodeado de literatos, profesores dispuestos a ayudar, y cultura en general.
Además, podíamos encontrar veladas musicales, conferencias, lecturas literarias…


Siguiendo el modelo de la ILE, la Residencia aprovechó su carácter de espacio de convivencia diaria para crear en los residentes un sincretismo entre profesión y vida privada. Su intención era alumbrar un nuevo tipo de formación intelectual en España, en la que la cultura no fuese sólo adquirida por el estudio, sino también por el ambiente en el que se desarrollaba la vida diaria, creando así una cultura vivida.

No debemos olvidar que la vida cultural de la Residencia se completaba con sus publicaciones, que difundían la ideología y el espíritu de la “Resi” y eran un foco cultural de las noticias más interesantes del momento.

Por tanto, repasemos despacio las diferentes actividades culturales que podíamos encontrar en la Residencia de Estudiantes:


La música, formaba parte de una de las actividades principales, el piano Pleyel del salón residencial era uno de los pocos lujos permitidos en la Residencia; éste fue utilizado informalmente por Federico García Lorca para alegría de los residentes.
En las reuniones que tenían lugar después de la cena, los residentes fueron tomando contacto con la mejor música de todos los tiempos, sobre todo clásica y romántica cuyo conocimiento está en la base de toda formación. Destacaron: D. Jesús Bal y Gay, Cuartetos de Corvino y Rafael Martínez, Turnia, Conrado del Campo, Rodríguez Sedano…

Fueron también numerosos los poetas extranjeros que pasaron por la Residencia, hospedado por D. Alberto Jiménez: Paul Valéry, Paul Claudel, Louis Aragon…
En 1931, La Barraca, teatro universitario dirigido por Federico García Lorca y cuyo presidente fue uno de los “espíritus” de la Casa, Arturo Sáenz de la Calzada, interpretó el entremés de Cervantes Los dos habladores y La Guardia Cuidadosa y el auto sacramental de Calderón La vida es sueño en la que actuó el propio Federico. La Barraca ensayaba siempre en el Auditorium, que precisamente se inauguró con dos representacioens teatrales.

Otro residente a destacar fue Luis Buñuel, quien presentó una serie de proyecciones cinematográficas que expresaban las maás modernas tendencias del momento: Rien que les heures de Alberto Cavalcanti, Entre acte de René Clair, un film de Jean Renoir. Todos los sábados había proyección de películas con explicaciones previas, asistir a este ciclo de cine costaba 5 pesetas al mes.

Las tertulias nocturnas y los cursillos de noche eran uno de los grandes atractivos de la Residencia, solían acudir literatos, novelistas y escritores españoles que formaban la “intelligentzia” española y que solían residir en Madrid. Unamuno participaba en estas tertulias, era huésped ocasionalmente, también acudieron a alguna tertulia personajes como Valle-Inclán, Manuel Machado…

Como factor importante para mantener un buen espíritu y promover la curiosidad intelectual hacia todo orden de conocimientos y favorecer la formación de una cultura general, la Residencia fomenta la realización de excursiones y viajes, como se afirma en los Principios Pedagógicos de la Institución, es uno de los más acabados caminos para acceder a la completa educación del estudiante.

Así, más allá de la ampliación de conocimientos con carácter globalizador que procuraban, las excursiones y viajes, motivo además de acercamiento entre profesores y alumnos, al igual que el deporte, tenían que contribuir de forma destacada al desarrollo de los rasgos individuales y sociales de la persona, facilitándose al mismo tiempo un mayor grado de responsabilidad social.
En la Residencia de Estudiantes prevalecían unas excursiones de tipo artísticas e históricas, reclamando el influjo y ejemplo de Cossío, tras señalar su práctica de una estética andante que le llevaba en continuas peregrinaciones a ciudades históricas, a pueblos apartados, a palacios, a conventos y rincones olvidados de toda España, en busca y descubrimiento de bellezas con que iba reconstruyendo la gloriosa participación de España en la historia del arte.
Se realizaron numerosas conferencias, excursiones a la Sierra de Madrid y ciudades cercanas de interés artístico. Los residentes solían hacer fotografías de los monumentos, algunas de las cuales se publicaban en Residencia por su novedad o perfección técnica. Las ciudades visitadas solían ser: Ávila, Toledo, Segovia, El Escorial…También se visitaban los museos de Madrid

La Residencia organizaba visitas regulares a las colecciones y pinacotecas madrileñas como complemento del aprendizaje artístico proporcionado por las excursiones, y en un sentido más teórico, por las conferencias impartidas sobre estas materias.




No hay comentarios:

Publicar un comentario